País Vasco rechaza salario mínimo regional: lecciones para Uruguay
El Parlamento Vasco rechazó una iniciativa legislativa popular que buscaba establecer un salario mínimo interprofesional propio para la región, diferenciado del resto de España. La propuesta, respaldada por 138.000 firmas ciudadanas, fue derrotada por 44 votos contra 27, evidenciando las tensiones entre autonomía regional y cohesión nacional en materia laboral.
La propuesta rechazada
Los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde impulsaron esta Iniciativa Legislativa Popular argumentando que el salario mínimo español de 1.184 euros mensuales resulta insuficiente para superar la pobreza. Mikel Lakuntza, secretario general de ELA, defendió que "el salario mínimo para los trabajadores vascos se decida aquí y no en Madrid".
La iniciativa pretendía modificar el Estatuto de los Trabajadores para permitir que las comunidades autónomas asuman esta competencia, utilizando una vía legal prevista en el artículo 27 de dicha normativa.
Los argumentos del rechazo
Los partidos que votaron en contra (PNV, PSE, PP y Vox) esgrimieron diferentes razones. El socialista Ekain Rico advirtió que permitir salarios mínimos diferenciados por territorio "abriría la vía a una competencia insolidaria" y fomentaría diferencias injustas entre trabajadores de distintas zonas.
El Partido Popular vasco, por su parte, alertó sobre una posible pérdida de competitividad empresarial, mientras que el PNV apostó por la negociación colectiva como vía más adecuada para alcanzar mejores condiciones salariales.
Implicaciones para el debate económico
Este caso ilustra la complejidad de equilibrar autonomía regional con cohesión nacional en políticas laborales. La territorialización del salario mínimo, respaldada curiosamente por sectores empresariales españoles, plantea interrogantes sobre sus verdaderos beneficiarios.
Para Uruguay, este debate resulta particularmente relevante considerando nuestro sistema de Consejos de Salarios y la búsqueda constante de equilibrios entre competitividad empresarial y protección laboral. La experiencia vasca demuestra que incluso en regiones prósperas, la descentralización salarial genera resistencias significativas.
Lecciones para la región
El rechazo de esta iniciativa, pese al respaldo ciudadano, refleja las tensiones entre participación democrática directa y representación parlamentaria. Como señaló EH Bildu, "cerrar la puerta al debate democrático de una iniciativa popular es muy grave".
Este episodio subraya la importancia de mantener marcos normativos que protejan a los trabajadores sin fragmentar mercados laborales ni generar competencias desleales entre territorios.