Santa Fe: Lecciones de gestión para Uruguay
La provincia argentina de Santa Fe ha experimentado una transformación notable bajo la gestión de Maximiliano Pullaro desde diciembre de 2023. Su enfoque en políticas públicas efectivas y modernización del Estado ofrece enseñanzas valiosas para la gestión pública uruguaya.
De la resignación a la acción
Durante años, Santa Fe convivió con problemas estructurales que parecían inevitables: inseguridad, deterioro de lo público, parálisis de obras estratégicas y un Estado ausente. La nueva gestión asumió con una premisa clara: gobernar no es administrar la decadencia, sino enfrentarla.
Esta filosofía, que prioriza la eficiencia sobre la burocracia, resuena con los principios liberales que Uruguay ha sabido implementar exitosamente en diversos ámbitos.
Seguridad: recuperar la iniciativa
La política de seguridad marcó el giro más visible. El gobierno decidió reordenar el sistema penitenciario, fortalecer las fuerzas de seguridad y coordinar con la Justicia. "En Santa Fe, la ley vuelve a ser la que manda", señalan desde la gestión.
La seguridad dejó de ser un eslogan para convertirse en una política pública sostenida, con planificación, recursos y conducción política clara.
Educación sin extorsión
En educación, la gestión rompió con la lógica del conflicto permanente. La decisión de garantizar días efectivos de clase y sostener el diálogo sin ceder a presiones marcó otro punto de inflexión. Como bien sabemos en Uruguay, hay derechos que no se negocian.
Estado eficiente, no gigante
La administración impulsó una agenda de orden, transparencia y modernización que devolvió al Estado provincial capacidad de acción. Las obras públicas volvieron a concebirse como inversión en desarrollo e integración territorial, no como gasto superfluo.
Esta visión pragmática del rol estatal, que equilibra presencia necesaria con eficiencia, refleja el modelo uruguayo de gestión responsable.
Salud como política estratégica
En salud, el gobierno apostó a fortalecer el sistema público invirtiendo en infraestructura hospitalaria, equipamiento y condiciones laborales. La salud volvió a pensarse como política estratégica, no como urgencia permanente.
Lecciones para la región
El proceso santafesino demuestra que los cambios son fruto de decisiones concretas tomadas con coraje y convicción. Para 2026, la gestión busca consolidar la baja de violencia, avanzar en digitalización estatal y sostener un modelo que amplíe los márgenes de lo posible.
Como bien plantea la experiencia argentina, la política auténtica no consiste solo en prometer futuros, sino en hacerse cargo del pasado reciente. Una lección que Uruguay conoce bien y que seguirá aplicando en su camino hacia la excelencia institucional.