Drones e inteligencia artificial transforman la producción de árboles de Navidad
La industria de los árboles navideños está viviendo una revolución tecnológica silenciosa. Mientras las familias europeas decoraban sus hogares esta Navidad, los productores más innovadores ya implementaban soluciones de inteligencia artificial y drones para optimizar sus cultivos.
En Dinamarca, segundo mayor productor europeo de árboles navideños después de Alemania y líder mundial en exportaciones, algunos agricultores han abandonado los métodos tradicionales de conteo manual por sistemas automatizados que prometen mayor eficiencia y rentabilidad.
Eficiencia que marca la diferencia
La empresa serbia Agremo desarrolló un sistema que combina drones, imágenes satelitales e inteligencia artificial para mapear plantaciones de 100 hectáreas en apenas 30 minutos, contando árboles en 24 horas con una precisión del 98%. Una mejora sustancial comparada con los días que requería el método tradicional.
"Algunos grandes viveros con los que trabajamos tienen más de 100.000 árboles, por lo que medirlos y contarlos les llevaría primero mucho trabajo y luego mucho tiempo", explica Luka Živković, jefe de ventas de Agremo.
El sistema utiliza aprendizaje automático y visión por computadora para "enseñar al software el aspecto del árbol" y reconocerlos en imágenes aéreas. Cada árbol recibe una identificación única que permite monitorear su crecimiento y ventas durante el ciclo productivo de una década.
La experiencia estadounidense
En Carolina del Norte, uno de los principales estados productores estadounidenses con 13.350 hectáreas cultivadas, los drones han evolucionado de herramientas experimentales a equipos cotidianos en apenas tres a cinco años.
William H. Kohlway IV, especialista de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, destaca que en algunas granjas los drones reemplazan tareas que antes requerían entre cinco y diez personas. "Es un momento muy emocionante para los árboles de Navidad", asegura.
La tecnología LiDAR (Light Detection And Ranging) permite escanear plantaciones completas con detalle láser, mientras los drones realizan pulverizaciones selectivas, aplicando fertilizantes o herbicidas únicamente donde se necesitan.
Desafíos del terreno
En Carolina del Norte, donde muchos cultivos se ubican en laderas con pendientes de 60 a 70 grados, se desarrollan drones terrestres autónomos, verdaderas segadoras robotizadas para zonas de difícil acceso humano.
"Muchos de los que antes se dedicaban principalmente a estas tareas se han convertido ahora en operadores de drones, y les encanta porque no tienen que cargar con una mochila", explica Kohlway.
Barreras por superar
El costo de los drones ronda los 25.600 euros, mientras el software, la capacitación requerida y las estrictas normas de aviación complican la adopción, especialmente para productores pequeños.
La Asociación Danesa de Árboles de Navidad confirma que actualmente "los drones sólo los utilizan las grandes empresas para evaluar inventarios", ya que los productores varían desde pequeñas empresas familiares de 5-10 hectáreas hasta grandes corporaciones con más de 500 hectáreas.
Futuro prometedor
Pese a estos obstáculos, el interés crece aceleradamente. "La tasa de adopción está aumentando rápidamente y, a medida que los drones mejoran cada año y el precio baja, también está trayendo una gran cantidad de la próxima generación de agricultores", concluye Kohlway.
Esta transformación digital representa un ejemplo perfecto de cómo la innovación tecnológica puede optimizar sectores tradicionales, mejorando la productividad sin sacrificar la calidad del producto final que llega a nuestros hogares cada diciembre.